Capítulo 32. Tres meses se va rápido
Mariana ya no se reía como cuando eran sus amigas quienes pagaban los castigos. Ahora que le tocaba a ella, no le encontraba la gracia por ningún lado. Luego se dijo a sí misma:
—Bueno, toca pagar… no importa, tres meses se van rápido. Ojalá los dueños de la casa sean amables y agradables conmigo, y no me maltraten durante el tiempo que estaré con ellos.
Cinthia la miró y le dijo:
—Bueno, vámonos de compras.
Mariana le contestó de inmediato:
—No. Hoy me voy a dedicar solo a descansar lo más que pueda. Dado que no sé cuándo volveré a hacerlo —lo dijo con tono lastimero, esperando que Cinthia y Verónica, la cual acababa de entrar, se sintieran un poco culpables. Luego añadió: —Además, tengo mucha ropa que ni siquiera he usado.
Cinthia la miró con los ojos bien abiertos y le respondió:
—¿Tú crees que una sirvienta puede andar con un vestido que cuesta más que su salario anual? ¿No crees que en esa casa se van a preguntar cómo es que una sirvienta viste con ropa de marca? ¿Cierto?
En ese