Capítulo 173. La boda
Felipe la miró por un momento, luego le dio un pequeño beso fugaz, para luego decirle:
—No te preocupes, tu hermano me envió un mensaje y nos dio tres horas, así que todavía nos quedan unos quince minutos más o menos, para que te arregle el maquillaje y el cabello.
Pero ella, que todavía tenía tiempo, lo llevó a otra habitación.
Por su parte, Felipe estaba convencido de que lo llevaría a la habitación de ella, pero al entrar se sorprendió al ver que toda la decoración era en tonos rosa, como de una princesa.
Y cuando ya había entrado del todo y miró hacia la cama, se sorprendió aún más. Tanto así, que se le comenzaron a salir las lágrimas de nuevo, de lo emocionado que se sentía. En ese momento, pensaba que Dios había sido demasiado bueno con él, devolviéndole con vida a su esposa… y además con dos hijos, especialmente su princesita.
En aquel instante, Mariana se dio cuenta de que esa niña sería la debilidad más grande de su marido, por la mirada llena de emoción con la que la contemp