Capítulo 157. He venido por ti
A Mariana le dolió el corazón al ver cómo arrastraban a su pequeño. Sin pensarlo, se apresuró para ir hacia donde venía Andrés, pero el tipo que iba detrás de ella, la sujetó bruscamente, impidiéndole avanzar
Lo único que pudo hacer en ese momento fue sacudirse con fuerza, mientras le decía con firmeza:
—No me toques. Si quieres que no me mueva, solo dímelo y no lo haré… pero jamás vuelvas a poner tus sucias manos sobre mí.
El secuestrador la soltó de inmediato. La forma en que Mariana le había hablado lo había intimidado más de lo que estaba dispuesto a admitir.
—Nos salió muy delicada la señorita… —murmuró, intentando disimular su incomodidad.
En ese momento, aquel hombre grotesco tiró a Andrés al suelo sin el menor cuidado. Mariana corrió hacia él y, con el corazón oprimido, se arrodilló para abrazarlo con fuerza. Lo rodeó con sus brazos temblorosos y le susurró al oído:
—He venido por ti.
Andrés, que desde el momento en que fue secuestrado no había pronunciado ni una sola palabra,