Capítulo 121. ¿Quieres salir conmigo?
Santiago, al ver que Mariela se estaba burlando de él, estaba un poco enojado y de inmediato le dijo: tampoco es para que te burles de mí, ya que es la primera vez que me pasa algo así y no sabía que se siente cuando las personas se enamoran o le gusta a alguien.
Mariela, entre risas y algo sorprendida, le respondió:
—Déjame un rato, que ya no puedo más. De tanto reír me está doliendo hasta el estómago.
Preocupado, Santiago le preguntó:
—¿Te duele mucho?
Ella solo asintió, sin dejar de reír, hasta que él insistió y dijo:
—Deja de reírte y dime más bien, ¿dónde te duele?
Después de unos minutos, cuando Mariela por fin logró calmarse un poco, dijo:
—No es nada, solo me duele un poco el estómago porque me he reído mucho… y todo gracias a ti.
Santiago, aún curioso, le volvió a preguntar:
¿Y puedo saber qué te da tanta risa?
Nada… respondió ella—, y en seguida volvió a decir: solo que en esta vida he escuchado de todo, menos que alguien piense que tiene una enfermedad terminal, solo porque