Capítulo 122. Un par de anillos de matrimonio
Felipe le respondió:
—Cariño, es solo que creo que estoy escuchando mal las cosas.
Mariana, un poco confundida, le volvió a preguntar:
—¿Y por qué crees que estás escuchando mal?
Felipe repitió lo que su amigo le había dicho. Mariana lo miró y replicó:
—¿Y qué tiene de malo que Santiago tenga una novia?
—Tiene todas las cosas malas —respondió Felipe—, porque en todos los años que lo conozco, nunca ha salido con nadie.
Mariana insistió:
—Pensé que era algo más serio… Quizás esta vez se enamoró, ya que antes no había salido con ninguna mujer porque no se había enamorado nunca, entonces ahora esta muy enamorado de aquella mujer, por eso están saliendo. ¿No lo crees?
Felipe asintió con la cabeza y volvió a poner su teléfono al oído. Mientras tanto, Santiago, que aún seguía en línea, había escuchado toda la conversación de la parejita sobre él. En ese instante recordó que, no hace mucho, le había dicho a sus amigos que él nunca se iba a enamorar, porque el amor era para hombres débiles. Ah