Después de pasar unos cuantos minutos en silencio, Mariana finalmente dijo:

—Lo que te dije es la verdad, y por ahora no me preguntes más sobre este tema.

Ella había compartido esa parte de su historia sin siquiera haberse dado cuenta, además no quería seguir mintiéndole a su esposo; al menos, ya le había revelado la parte más dolorosa de su vida. Luego añadió:

—Recuerda el tiempo que te pedí, ¿cierto?

—Todavía me faltan veinte días, así que por favor espera hasta entonces para que te cuente toda la verdad sobre mi vida. Hasta esa fecha, no me hagas más preguntas.

Felipe asintió con la cabeza, mientras decía: está bien, y por dentro se alegraba de que ella hubiera compartido la parte más dolorosa de su historia, y en ese momento pensó, por lo que parece, ella no es tan sencilla como decía en la información de su investigación. Tras unos minutos de silencio, Felipe continuó:

—Y si te preguntara ahora mismo por lo que llevas puesto, me vas a decir otras de tus mentiras piadosas, ¿o me e