Capítulo 102. Una noche loca
Santiago la miró, mientras le señalaba el trago, y le decía: aquellos dos tipos querían drogarte el propósito, la verdad no le se, quizás eran por qué querían pasar una noche loca contigo, o en vender tus órganos, o quizá para trata de blanca. Pero lo único que sé es que mientras el uno te estaba hablando para desconcentrarte, el otro aprovechaba el momento y te echaba algo en tu bebida y tú ni enterada.
Mariela se sorprendió tanto que por un momento su mirada se volvió lúcida de nuevo, pero después nuevamente se le empañaron sus ojos y dijo entonces es una bendición que tú estés aquí esta noche para que me cuides y tomes un trago conmigo.
Santiago, esta vez, le dio una mirada de pocos amigos, mientras le decía, ya estás demasiado grandecita para que sepas cuidar de ti misma, además no tienes amigos.
Mariela hizo pucheros mientras decía: pero quiero que estés conmigo esta noche. Ella sinceramente no le había dicho esas palabras con ningún doble sentido, solo en ese momento quería tene