Mundo ficciónIniciar sesiónVuelvo a recostarme en su torso e intento dormir de nuevo. Pero la realidad es que cada centímetro de mi piel se eriza con su contacto. Mi corazón late con fuerza y me resulta imposible conciliar el sueño con mi cabeza hundida en su pecho. En un impulso, lo abrazo al sentirlo temblar. Lo toco y noto que su temperatura ha vuelto a subir. Retiro todas las sábanas y le quito la ropa, dejándolo solo en bóxer. Es una imagen que se graba en mi mente, una imagen que sé que nunca podré olvidar.
El día avanza y me encuentro inmersa en mi papel de enfermera. No puedo ir a trabajar. La noche cae y Robin sigue durmiendo. Lo he despertado varias veces para asegurarme de que beba agua. Después de las seis de la tarde, la fiebre parece haberse calmado. Estoy realmente exhausta. Me levanto y me sumerjo en otro baño de agua caliente; luego preparo una tortilla con papas y la devoro. Recibo una llamada del médico






