Mundo ficciónIniciar sesiónDetrás de esas palabras y de su osadía habitual, hay algo real que quizás nunca había visto antes y que no me atrevería a reconocer. Y eso es lo que me hace tener más miedo que nunca.
—Y ya te he dicho, eso no importa —se acerca un poco más a mí. —Aunque no te conozco lo suficiente, tengo que decir que eres más terca que una mula cabezota. ¿Número tres?—Robin, basta —suspiro no queriendo seguir porque siento que estoy perdiendo. No me doy cuenta de lo seria que ha sonado mi voz hasta que su sonrisa se borra un poco. Suelta un pequeño suspiro, como si estuviera dispuesto a retirarse, pero entonces ocurre: clava sus ojos en mí con una intensidad que hace que me arrepienta de haber abierto la boca.—¿Dormirás conmigo, Ema? —Cambia de conversación sin insistir.—Sí, el doctor dij






