Mundo de ficçãoIniciar sessãoLo miro; mi nombre suena genuinamente adorable en su voz y me estremece solo de escucharlo. Por un momento, giro la cabeza para verlo: me parece adorable y hasta vulnerable, lo que no hace más que complicar mi plan de evitar cualquier tipo de conexión. Porque seamos sinceras: ¿quién puede resistirse a ese tono cálido con un toque de preocupación? Un muro de ladrillos, tal vez, pero no yo. ¡Estoy perdida!
—No me incomodaste, Robin —intento sonar firme, aunque mis nervios probablemente me delatan—. Estoy bien. Solo tengo prisa.Él asiente, pero por alguna razón siento que no me cree del todo. El ascensor llega y las puertas se abren. Por fin, un respiro. Dentro del elevador hay espacio y, a diferencia de lo que temía, no hace ningún comentario sobre el hecho de que ambos estemos... solos.Y para mi sorpresa, una oscuridad total nos envuelve. Es increíble: llevo muchos a&






