Mundo de ficçãoIniciar sessãoLa cara de Serrí lo dice todo: he caído de lleno en su trampa. Levanta las cejas, y su sonrisa burlona crece como si fuera Navidad y finalmente hubiera recibido el regalo que quería. Bien jugado, Serrí, bien jugado.
—¡No es un crío! —digo casi automáticamente, sin pensar mucho en las consecuencias de esa afirmación. Ups.—¡Oye, no te burles! Solo estaba trabajando, ¡lo juro! Es excelente en lo que hace. Ha hecho un trabajo increíble con el nuevo producto del proyecto en el que estoy trabajando, ¡de verdad me dejó asombrada!—Ajá… entonces, no es un crío. Y claramente tiene ese… algo —hace un sensual movimiento de cejas—. ¡Ya sabía que no era tan “príncipe de ensueños” como lo pintas!—No seas maliciosa —digo acomodándome—. Le estuve ayudando con la ele






