Y así fue como me vio por primera vez a la verdadera René. Mi cabeza estaba a punto de estallar, esta noche han pasado demasiadas cosas, mi pobre cuerpo no puede aguantar tanto.
- ¿Te encuentras bien? – sus palabras se desvanecían en el aire, no sabía cómo reaccionar… - ¿Me escuchas? – no sé qué hacer, si digo algo y él reconoce mi voz. – ¿No puedes hablar? ¿Oye? –
Estoy cansada de todo esto, estoy completamente empapada, tengo frío…
- ¿Oye? – sigue gritando.
Esto no es real, William O’Ryan jamás saldría a la calle,