109. ESPERANZA
Gabriel asiente, sintiendo un pequeño destello de esperanza en medio de la oscuridad que lo rodea. Juntos, están decididos a buscar justicia y poner fin a la impunidad de los responsables.
—Tienes razón, Eve —dice mientras se limpia los ojos y trata de controlar sus emociones—. Me calmaré, no puedo permitir que la ira me controle y convertirme en un asesino, por ti, por nuestro bebé. No tengas miedo, no lo haré. Sólo que me duele tanto que le hicieran eso a mis padres, que digo locuras.
—Te entiendo Gaby— dice Evelin sin dejar de abrazarlo—. Debemos encontrar una manera de que paguen por sus crímenes. Tú no conoces a mi tío Colombo, vas a ver que él va a descubrir todo y los atrapará, ya verás, y sino ahí están mis tíos, los Garibaldi.
—¿Los Garibaldi?
—Ellos, si mi tío Colombo no los atrapa primero, lo harán ellos y se las cobrarán todas juntas, ya verás —asegura Evelin tratando de tranquilizarlo.
En ese momento, Manuela se acerca a anunciar que el detective Colombo está en el s