La habitación se llenó de murmullos, era verdad que todos los hombres presentes eran herederos importantes, excelentemente preparados y exitosos.

Más sin embargo enfrentarse a Adriano de Luca era prácticamente imposible.

— Aleksey, puedo presentarte a unas amigas que son muy lindas, también recuerda a aquellas chicas italianas, podría funcionar una relación con alguna de ellas, por qué yo ni de locos me voy a enfrentar al tío Adriano. Estarías muy demente si lo haces.

— Para eso me gustabas alexander, para que te acobardaras, ¿Qué nos puede hacer el tío? Somos hijos de su mejor amigo, ¿Qué hará? ¿Matarnos?

— Con todos los contactos importantes que tiene con la realeza y el bajo mundo, ¿Tú qué crees que nos podría hacer? Idiota, al tío Adriano es mejor tenerlo de amigo que de enemigo, así que ya olvídate de tu capricho por Fernanda, no le toques los huevos al toro o vas a terminar cornado. Te lo advierto Aleksey, no vas a destruir años de amistad de nuestro padre con el tí