Siendo un domingo por la noche, Caroline recibe una noticia que le desgarró el alma. Su pequeño mellizo Conner es diagnosticado con leucemia. Caroline solo tiene a sus dos hijos y al hombre que ama, ya que a sus padres jamás los conoció. La desesperación y el dolor de ver sufrir a su hijo la conlleva a buscar a Lisandro Caristeas, padre de sus hijos, un supuesto obrero de ventas que debía viajar constantemente. Ella lo ama, pero desconoce la identidad de Lisandro porque él jamás hablaba de su familia. Al encontrarlo su dolor se intensifica al saber que durante 8 años ha vivido una mentira de amor. ¿Qué oculta Lisandro? ¿Qué Descubrió Caroline? ¿Será posible que luego de saber la verdad el amor continuará en ambos?
Leer másEn una habitación acogedora, con paredes de ladrillo y una amplia ventana que deja entrar la tenues luz del sol, Claroline, una hermosa artesana se dedica a moldear la arcilla para crear una jarra que le encargaron. Sus manos están cubiertas de un ligero polvo marrón, las cuales se mueven con gracia y precisión.
Sus dedos danzan alrededor del material y sin duda ama su arte, donde se sumerge en un mundo en el que ella puede ser libre dándole forma mientras canta suavemente una melodía romántica. La arcilla responde a su toque, convirtiéndose en algo más que un simple objeto; se transforma en una obra de arte que refleja su esencia de creaciones únicas. —¡Mami! ¡Mami!— la voz angustiosa de su pequeña llama su atención perdiendo el control y echando a perder su creación —¿Qué sucede pequeña?— se detiene por completo para luego colocarse de pie al ver a su hija de 7 años tan preocupada —¡Es mi hermanito, mamá! Esta muy caliente y tiembla —¡Dios!— Caroline no le importó salir con sus manos llenas de arcilla, lo importante es su hijo quien últimamente ha tenido fiebre y eso ya no es normal. Aileen, su pequeña hija de cabello rubio y ojos color azul, llora angustiosamente y corre junto a su madre a la habitación de Conner su mellizo. —¡Hijo!— Caroline se aterra al verlo temblar y en cómo las gotas de sudor brotaban de su frente, pareciera que se hubiera dado un baño —¡Aquí está mamá!— rápidamente lo carga entre sus brazos —¿Mamá mi hermanito se va a morir?— Aileen y Connor son hermanos que se aman, juegan y son inseparables —tranquila cariño, ven conmigo, debo dejarte en casa de la señora Graciela— sale de la habitación con su corazón hecho añicos al ver su hijo sufriendo —¡Mamá, tengo mucho miedo, yo quiero estar contigo!— la pequeña Aileen, está hecha un mar de lágrimas y Caroline no tiene tiempo para que su hija ceda a quedarse con la señora Graciela, por tal razón se la lleva también al hospital. Caroline trata de tener control, pero el dolor aumenta cada vez más al ver a su hijo por el retrovisor y en cómo su hija llora abrazándolo. —hermanito estoy triste, no quiero verte así, dijiste que juntos por siempre —Aileen, tienes que calmarte hija —quiero a mi papi— solloza haciendo pucheros —Yo también... Pero debemos ser fuertes para ayudar a Conner ¿Cuento contigo?— mira por el retrovisor —Sí mamá— responde con gran ternura. Caroline tuvo que exceder un poco la velocidad para llegar lo más pronto posible al hospital. Al llegar estaciona rápidamente y luego procede a sacar a su hijo al cargarlo entre sus brazos. —¡Hija, agarrame de la camisa, no te apartes de mi— Caroline le ordena y luego agiliza sus pasos ingresando por emergencia —¡Ayuda por favor, mi hijo, mi hijo tiene la fiebre muy alta!— su gritó de socorro llama la atención de una enfermera, la cual al acercarse y ver la condición en la que se encuentra Conner, busca una camilla —¡Colócalo con cuidado en la camilla!— se apresuró a ayudarlo —por favor... Ayudenme!— súplica tomando la pequeña mano de Conner que está calientita ;—hijo tu eres valiente— susurra entre lágrimas y luego tuvo que soltarlo porque lo ingresan a emergencia —¿Mami, mi hermanito se va a poner bien?— Aileen necesita el consuelo de su madre, tan solo es una niña y tiene temor de perder al ser que ama —¡Ven aquí!— la carga y Aileen la abraza con todas sus fuerzas —todo va a estar bien— susurra mirando la puerta de emergencia sintiéndose vulnerable Dos horas después... Caroline tuvo que llamar a Graciela, su vecina y buen amiga, viuda a sus 50 años quien no tuvo hijos y quiere mucho a Caroline y sus hijos. —toma té querida, estas muy nerviosa— Graciela se lo entrega —¿Y cómo no? Siento que me muero Grace, nadie me da razón de mi hijo y Aileen, solo quiere tener a su hermano sano ¿Como hago? Tengo marido, mis hijos tienen un padre, pero no esta a mi lado cuando más lo necesito —deberías llamarlo— toma siento al lado de Caroline —eso hice, pero cae a buzón como siempre cuando se va a trabajar— suelta un largo suspiro y mira a su hija, la cual duerme como un angelito entre sus brazos —insisto en que tu marido es muy extraño querida Caroline, pero no estás sola, quizás es una infección, los niños se meten muchas cosas a la boca —lo único que quiero es que este bien, si algo le pasa no lo podré soportarlo y me preocupa mi hija, por Dios— Caroline cierra los ojos por un momento, se siente tan cansada —señora Taylor— la doctora que está a cargo del caso de Connor la menciona, por lo que Caroline abre sus ojos rápidamente y con temor la mira sin ni siquiera parpadear —sí... Por favor ¿Como esta mi hijo?— pregunta y siente una punzada en su pecho al ver negar con la cabeza a la doctora —señora su hijo tiene Leucemia —¿¡Qué!?— el grito de Graciela despertó a Aileen —doctora, no por favor, no— Caroline entra en crisis nerviosa —¿Por qué lloras mami?— Aileen mira a la doctora Caroline baja a su hija porque sintió que se le iban a ir la luces con semejante noticia desastrosa. —Leucemia aguda, es un cáncer muy común en los niños —¡No! ¡Mi hijo, no!— lleva su mano derecha a su corazón —¿Mi hermanito se va a morir?— la niña abraza a Graciela —no pequeña, ven conmigo— se lleva a la niña para dejar a Caroline sola con la doctora —señora su hijo necesita ser internado, debe recibir tratamiento, no es fácil, pero si usted cree en Dios, posiblemente el pueda ser un niño más que pueda vencer el cáncer Caroline no se siente bien, por tal razón cae sentada en la silla posando sus manos en sus rodillas, dando masajes y apretando, lo hace cuando tiene miedo. —La señora debe cancelar la cuota inicial del tratamiento y seguramente el niño va a necesitar un trasplante de células madre. —¿Cuanto dinero es? Cuando la doctora le dice la cantidad por poco y a Caroline se le cae la mandíbula, es demasiado. —señora es preferible que busque la forma de pagar en vez de esperar del gobierno, no todos los niños corren con suerte, le pido un permiso debo ir hacer una revisión— la doctora se marcha Caroline lleva sus manos a cabeza y jala un poco el cabello mientras que lágrimas tras lágrimas se deslizan sus mejillas, desea correr, desea gritar, pero está sola en este momento tan abrumador y debe tener los pies sobre la tierra.—¡Dios mío, ayúdame! Mi hijo tan solo tiene 7 años, aún tiene mucho por vivir, es mi hijo, mi pequeño Connor— con sus manos temblorosas llama nuevamente a Lisandro Caristeas, el padre de sus hijos, pero cae a buzón —cariño, nuestro hijo está enfermo, te necesito por favor, te necesitamos— suplica entre lágrimas y cuelga la llamada
Graciela regresa porque Aileen lloraba desconsoladamente que quería estar con su madre, así que al verla la abraza fuertemente. —tengo mucho miedo mamá— Aileen se aferra a su mamá
—Todo va a estar bien cariño, mami tiene que resolver la situación, pero necesito que me ayudes siendo fuerte ¿Bueno?
—¿Qué vas a hacer Caroline?— Graciela hace un gesto de tristeza en su rostro
—por favor cuida a Aileen, tengo que buscar a Lisandro
—quiero ir contigo mami...
—no sé puede pequeña, no hay casi dinero y el tiempo es mi enemigo en estos momentos
—la cuidare, sabes que quiero mucho a tus hijos
—iré a ver a Connor, quédate con Graciela hija, por favor
Aileen asienta con la cabeza y por lo que Caroline camina con sus piernas temblorosas donde tienen a su hijo, pero no le permitieron acercarse por lo sucia que está. Tuvo que verlo desde una distancia a través de una gran ventana de cristal. —hijo haré lo que sea por salvar tu vida, te amo cariño, eres mi hombrecito, eres Superman, sí eres Superman...— susurra sin dejar de llorar porque su hijo es fan de Superman
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Caroline llega a su casa y alista lo más necesario, lo único que sabe es que su marido mencionó que iría a Santorini. Sabe la dirección donde está porque a él le llegó un texto días antes de emprender su viaje a Santorini, donde decía que lo necesitaban con carácter urgente en la mansión RESORT SANTORINE
Es la primera vez que se va a alejar de sus hijos, pero es por un bien mayor, utilizara sus ahorros para ir a buscarlo y juntos como una familia ayudar a su hijo.
Le duele y mucho tener que dejar a Aileen, pero sus ahorros apenas alcanzan para ir a Santorini confiando en que su marido se encargará del resto. Fue al hospital a despedirse de su hijo Connor el cual tiene demacrada apariencia, donde le juro que hará hasta lo imposible por ayudarlo.
El viaje ha sido muy difícil para ella, no le apetece comer y aunque siente los párpados pesados no logra dormir porque inmediatamente la viva imagen de su hijo sufriendo la pone en alerta.
—tan solo deseo que esto solo sea una pesadilla, tan solo eso— suelta un largo suspiro porque le esperan muchas horas de viaje, pero lo que sea por su hijo
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Horas después...
—señora, señora— la azafata sacude un poco el hombro derecho de Caroline
—¡Connor, hijo!— despierta asustada, y la azafata la mira con extrañeza
—señora, lamento despertarla, pero hemos llegado y todos los pasajeros ya desalojaron el avión
Caroline observa y es cierto, todo está vacío — lo lamento— se quita el cinturón de seguridad
—no se preocupe señora ¿Necesita que la ayude en algo?
Taylor se coloca de pie y agarra su mochila—no vengo de vacaciones, vengo a buscar a mi marido, mi hijo está al borde de la muerte
—como lo lamento...
—¿Usted sabe dónde queda la mansión RESORT SANTORINI?
—¡Claro! En esa mansión se dice que la dueña es muy malhumorada— sonríe —según tan exigente que las empleadas de servicio no duran allí. Claro como su esposo es millonario, bueno en si en esa zona viven las familias más ricas, pero los Caristeas son una familia muy importante
—¿Caristeas... ?— Caroline siente sus manos sudar y su corazón latir con fuerza
—los Caristeas siempre están en las revistas y periódicos locales, son respetados aquí en Santorini
Caroline siente su cuerpo temblar, porque su amado, el padre de sus hijos tiene el mismo apellido, pero trata de consolarse al pensar que quizás es una coincidencia. Sin embargo, tiene una corazonada, una que le está haciendo brotar gotas de sudor de su frente por el temor de lo que pueda pasar.
El que Lisandro Caristeas haya recuperado la memoria lo cambió todo, literalmente todo. Se enfocó en recuperar la confianza y el amor de Caroline, comparte más tiempo en familia y la cuida muchísimo con lo del embarazo. Además, ella cumplio sus sueños, desde que presento su obra de arte, se volvió una mujer con fama y mas gracias a la idea de su hermano Patrick, de que ella elaborara una obra de arte ante los espectadores y eso fue tan emocionante que Caroline se volvió una mujer segura de sí misma y con un reconocimiento que ella se merecía. Junto a Lisandro ha trabajado muy duro para sacar el museo adelante y hacerlo mucho más famoso e interesante, aunque en su embarazo la ha pasado muy mal ya que los síntomas la han golpeado mucho más que en su primer embarazo, sin embargo Lisandro ha estado ahí para ella y consentirla como una reina. Todos los periódicos relacionados con el museo donde efectivamente sale Caroline y también la familia Caristeas, Andrea se lo hacía llegar a Berenic
Caroline junto a Alana cocinaron deliciosos platillos, una cena hecha con mucho amor para la familia. Aunque ella habló con el doctor para que dejara salir a Connor, ese permiso no fue concedido porque esa salida aunque sea con mucha precaución, le puede afectar la salud del niño, así que procedió hacerle algo sano para luego de la cena llevarle y también a Graciela quien se quedó con él.Parker llegó junto a Giselle, luego de una charla tan amplia que tuvieron, quedaron en que ella le daría otra oportunidad con la condición de que él le de su lugar. Mientras que Patrick perdonó a Irene, ya que ella confesó la realidad de aquel tiempo y quedaron como amigos por los momentos, supuestamente como amigos. Bastian junto a Kiran están siendo reservados ya que no están acostumbrados a demostrar su amor en público, y Alana está junto a Patrick conversando animadamente sobre lo delicada que es la justicia. Andrea asistió junto a Dewei y por más que él quería hablar de sus sentimientos se r
—¡Mi hija…!— Caroline no lo puede creer y su reacción fue mirar a Lisandro, pero él tiene su mirada en su pequeña hija, la cual es llevada antes el juez con ayuda de Graciela quien se prestó para el deseo de AileenResulta que Aileen escuchó la conversación que tuvo su madre con su tio Parker y le suplicó a Graciela que ella quería hablar con su papá, por lo tanto ella se lo concedió, y por más que Lisandro le dijo que no, la niña insistió por lo que él no se pudo negar. —¿Cómo te llamas pequeña?— el juez la mira de manera adorable porque le hace acordar a sus nietas—muy bien señor— sonríe, pero al ver a Berenice, su sonrisa se esfuma y el juez se percata de ello —dime pequeña princesa, ¿A qué has venido a este lugar?— le habla dulcemente para que la niña se sienta en confianza —no la mires a ella, mírame a mí— le pide y Aileen mira hacia atrás donde ve a su madre hecha un mar de lágrimas —no llores mamita, mi hermanito me ha dado de su fuerza para venir a defenderte— Aileen mira
Sería injusto que Berenice muera tan rápido sin pasar por la fase del sufrimiento, por eso todos fueron informados del suceso y se prepararon para el día del juicio. Al caer la tarde, Caroline está lista, siente ansiedad porque no sabe que pasará y ahora con lo de su embarazo está sensible. —¿Estás seguro que quieres entrar?— le pregunta Caroline a Patrick —sí hermanita, es un día importante y quiero brindarte mi apoyo.—eres el mejor— lo abraza fuertemente —tú lo eres mi pequeña Caroline, vamos a verle la cara de miedo a esa bruja, como le dices tú— Patrick sonríe y eso hace que ella se sienta más tranquila Al ingresar al salón del juzgado, todas las miradas se fijan en ellos, pero la mirada de Caroline va hacia Lisandro, cual se le nota que ha pasado una mala noche porque sus ojeras lo delatan —tranquila— la toma de la mano y se acercan a Parker quien está al lado de su hermana Andrea —soy el juez Willy y llevaré el caso se la señora Berenice Caristeas— toma asiento —inici
—Es importante que hablemos— agregó Caroline con voz temblorosa, no pudo hacerse mas la fuerte —vamos a sentarnos, y hablemos en voz baja—Lo siento, pero no— le responde con firmeza —no quiero hacerme el importante, simplemente no me siento bien y no quiero lastimarte con mis palabras, por favor dame un permiso para irme —¡Carajo Lisandro!— espeto, pero luego retoma aire para no alterarse —la pesadilla con tu madre está a punto de acabar, es importante lo que tengo por decirte— lo habla algo desesperada —si me vas a decir que al final es a Parker a quién queres ¿Para qué quedarme? —¡Jamás me he acostado con Parker! Y no lo he hecho porque aun tengo sentimientos hacia a tí —no entiendo que ganas con decirme eso, después de todo lo que me has dicho, resulta que te retractas de tus palabras Taylor se sienta contra la espada y la pared. —Lo dije… por rencor— lo confiesa —ví unas fotos dónde tú estabas con Parker desnudos ¿Aun asi me dices que no paso nada?—eso fue tu madre quién
—¡Ayuda por favor!— exclamó Bastián y Kiran se acercó rápidamente para ayudarlo, luego una enfermera se acercó para auxilar. Caroline fue llevada a revisión para saber lo que le sucede mientras que los hermanos Caristeas platican —¿Lo sabías?— Parker mira detenidamente a su hermano al saber que Andrea es su hermana —Así es.— afirma mientras asienta con la cabeza —era algo que no me corresponde decirlo, por eso guarde silencio. Ahora que nuestro padre está fuera de peligro, deberíamos visitarlo juntos y así darle ánimos —¿De verdad me esta diciendo eso?— para Parker es sumamente extraño ya que Lisandro siempre ha sido arrogante con él—Así es… espero que no me guardes rencor por lo que mi madre le hizo a la tuya, con tal Berenice pagará muy caro el daño que nos hizo —Son cosas sumamente diferentes, así que no te odio. Hoy me quedaré para cuidar a nuestro padre, mañana lo puedes hacer tú y asi le vamos ayudando —Bien. no tengo nada mas que decir, que estes bien— Lisandro se iba a
Último capítulo