Capítulo 134. Ausencia.

Amy Espinoza

Desperté con la luz del sol, pegándome directo en los ojos.

Por un segundo no supe dónde estaba.

El aire olía a perfume de Mía, a sábanas limpias y a algo más… a vacío.

Moví el brazo y sentí su cuerpo tibio junto al mío.

Dormía profundamente, con la boca entreabierta y las pestañas descansando sobre las mejillas rosadas.

Me quedé observándola un momento, intentando robarle un poco de esa paz que a mí me faltaba.

Salí del baño y él no estaba, por eso decidí ir a ver a mi hija. Solo había querido acostarme un rato con ella, y comprobar que todo estaba bien, después de todo lo que había pasado. Pero el cansancio me había vencido, y ni siquiera sentí cuando el sueño me arrastró.

Acaricié su cabello, despacio, con los dedos temblorosos.

No quería despertarla todavía.

Su respiración era suave, acompañada, y en medio de ese silencio pensé en él.

En Maximiliano.

En su voz la noche anterior, en su mirada contenida, en el modo en que se quedó quieto cuando le dije que no podía habl
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