—¿Cuándo volviste? —preguntó Leo, entregándome mi desayuno.
—Ayer —respondí y agradecí con una sonrisa su hospitalidad y su existencia.
Yo estaba segura de que, de haber sido Leo mi hermano, mi historia sería completamente diferente.
—¿Qué tal las vacaciones? —preguntó y le miré con extrañeza y mucha curiosidad—... ¿Traes fotos y recuerdos?
—¿Vacaciones? —cuestioné a punto de soltar una gran carcajada, pero al contuve—. ¿Qué es exactamente lo que les contaron?
—¿Lo que nos contaron? —repitió con intriga y asentí—. Pues que, después de que un trabajo les salió mal donde le metieron un balazo a tu hermano en la cabeza, él terminó en el hospital por casi siete meses y tú te fuiste de vacaciones para sup