—Y no solo eso. He oído que nuestro jefe organizó una lujosa fiesta de cumpleaños para su amante hace unos días.
—¿Y la esposa del jefe no se enfada?
—¿Por qué habría de enfadarse? Un hombre exitoso y joven como nuestro jefe es prácticamente un soltero de oro. ¿No es normal que tenga algunas amigas íntimas? La bandera roja en casa no cae, mientras las banderas de colores ondean fuera. Ese es el estilo de vida que más les gusta a estos hombres infieles.
—Además, he oído que nuestro jefe y su esposa están en trámites de divorcio. Quizás la amante quiera ocupar el puesto.
Varias personas murmuraban entre sí.
Julieta lo veía todo a través de la ventana de la oficina.
La empresa era el mejor lugar para la propagación de chismes.
Era evidente que esta gente no diría nada bueno, y Julieta se sintió aún peor.
Finalmente cerró las persianas para no ver ni oír nada.
Después de un buen rato, Miguel finalmente regresó de su reunión.
Al entrar y ver a Julieta sentada en la silla de su oficina, su e