Capítulo 189: Puñalada mortal.
Los pasos de Falco sobre el lodo provocaban un sonido, mientras él se acercaba al cuerpo de Adalet.
—Vamos, Adalet… esta vez no escaparás —susurró ese brujo.
La tormenta no se detenía, al contrario, el cielo rugía con rayos distantes, y el barro seguía mezclándose con la piel de la hembra que yacía inconsciente a escasos metros.
Su cuerpo desnudo, exhausto, mojado por la lluvia, parecía frágil, vulnerable.
Falco alzó la mano, listo para rodear su brazo con magia y cargarla como un trofeo hacia su guarida con Ingrid.
—Te llevaré a casa… con ella, y frente a Ingrid… comenzaré con lo necesario.
Pero en ese instante, justo cuando la yema de sus dedos estaba por rozar su piel…
¡¡¡BUUUUUUUUUUF!!!
Una ráfaga de luz dorada emergió de Adalet.
¡Lo detuvo de inmediato!
—¡¿Qué… Demonios es…?! —jadeó Falco, retrocediendo como si hubiese tocado una llama viva.
El aura dorada cubría el cuerpo de Adalet por completo, pulsando lentamente desde su abdomen… desde el vientre mismo.
—No… —