Capítulo 102: El anillo.
Los días iban pasando uno a uno sin detenerse, y Génesis se sentía un poco atrapada en lo mismo. Cada noche, Nehemías acudía a verla y hacia algunos extraños rituales con su joya lunar…pero no sentía que nada estuviese cambiando. No podía negarlo, se sentía ansiosa; desesperada por poner un punto final a toda aquella horrenda situación, y recuperar algo de normalidad en su vida…pero todo parecía haber quedado en un punto muerto. Bebiendo de su café, Génesis observaba a sus gemelos pelirrojos jugando animadamente en el parque central del pueblo junto a otros niños humanos; Artem había ido de compras junto al hombre de Benazir y Mihai el cazador, mientras que las mujeres los esperaban en la cafetería vigilando a los niños.
—Este lugar es muy tranquilo… — musitó Benazir casi con aburrimiento.
Mihaela asintió, y Génesis nuevamente sintió aquella desesperación dentro de ella. Si. Aquel pueblo era tranquilo, tanto que no parecía natural. Mientras ella perdía el tiempo bebiendo café, manadas