Nancy
Cinco jodidos años.
Y, sin embargo, a veces sentía que apenas era el comienzo.
Como si todo lo anterior solo hubiera sido el prólogo… de una historia que recién comenzaba.
Una preparación lenta, paso a paso, para lo que realmente estaba por venir.
Mientras los demás se lamentaban, se desmoronaban en llanto, en pérdidas y plegarias, yo construía.
No con ladrillos.
Con decisiones, con secretos y mentiras, con sacrificios.
Con sangre… muerte y desolación. Tenía un objetivo y no importaba por encima de quién tuviera que pasar.
Sellaba pactos con sangre fría en las venas, con la mandíbula apretada, tragándome cada emoción para no mostrar debilidad.
Silenciaba traidores con una mirada, con una palabra dicha en el tono y el idioma justo.
Manejaba al Concejo con una sonrisa suave y la columna erguida, fingiendo que solo era “la mujer del Beta”.
¡Ja! No, no era solo la mujer de ese hombre.
Era la estratega. La sombra que sostiene la corona. La Reina sin trono, pero con todo el poder.
La