Llegué a la casa y vi las luces encendidas adentro, además mis cosas ya no estaba afuera, lo que significaba que Rebeca ya estaba adentro.
Entre pero no escuchaba ruido, subí las escaleras y entre al cuarto principal.
Ella estaba ahí acostada me senté del otro lado de la cama de donde ella estaba y me recargue en la cabecera.
Ella no dijo nada y yo solo no podía dejar de pensar en lo que había pasado hace unos minutos.
Inconscientemente solté un suspiro.
- Beso de amor o de adiós?- ella dijo de espaldas a mi.
- De ambos - mi voz no era la más audible, pero ya que solo estábamos las dos y ninguna hacía ruido fue perfectamente entendible.
- Tu lo alejaste, eres conciente de eso, ¿verdad?- seguía son voltear
- Tu lo sabías! - era obvio, por algo me decía que hablara con él.
- No era mi responsabilidad decírtelo, mi hermano era el único que tenía el derecho de expresar sus sentimientos,porque solo él sabe que tan profundos son.