Quite mi mano inmediatamente esperando a que abriera los ojos, pero el siguió profundamente dormido.

Eso de cierta manera me tranquilizó pero también me inquieto el hecho que dijera mi nombre en sueños.

Seguí observando lo por un momento más y entendí que solo en sueños podremos estar juntos.

Salí del cuarto y cerré la puerta despacio para no despertarlo.

- ¿Qué haces?- la voz de Rebeca me hizo brincar del susto 

-Ah nada! Estaba recorriendo la casa solamente- traté de no sonar asustada.

-Aja! Y por qué cerraste con mucho cuidado la puerta?

- Tu hermano está dormido y no quería despertarlo- tuve que confesarme para que no entrará ahí.

Ella no dijo nada y se dió la vuelta, yo la seguí hasta la cocina y le ayude a ella y a la señora a preparar bocadillos.

Después de un rato se escuchó el timbre y fuimos a recibir a las amigas de Rebeca.

Dicen que la primera impresión es lo que cuenta y la verdad no me sorprendieron en na