31. Su identidad
POV: Rainer Vogel
Todo era un maldito desastre. Como si no bastara haber regresado del hospital anoche tras ver el lamentable estado de Jessica, la mansión se había convertido en una escena de masacre. Cadáveres por todas partes, los cuerpos de mis guardias perforados por balas. Todos con huecos en la cabeza y el torso. Según los informes, Annika y su maldita sirvienta eran las responsables. Lo tenían planeado, seguramente lo hicieron justo frente a mis malditas narices.
Pasé la noche buscándola sin descanso, pero no dimos con su paradero. ¿A dónde diablos pudo ir si no tenía familia, amigos ni un lugar seguro? Esa perra no tenía nada, y aun así logró desaparecer.
Esto no iba a quedarse así. Cuando la encontrara, iba a arrepentirse del día en que nació. No serían los rusos quienes convirtieran su vida en un infierno, sería yo. No tenía derecho a huir de mí. Ninguno.
Sin embargo, había alguien más que debía pagar por este desastre. La verdadera culpable de que todo se fuera al carajo.