56. Pequeños angeles
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POV: Lothar Weber
Apoyé el pincel en el borde de la lata y di un paso atrás, observando el resultado. La pintura estaba perfecta, tal como la había imaginado, sin imperfecciones ni manchas. Me aseguré de que todo estuviera en orden, recorriendo la habitación con la mirada. El color en las paredes era cálido y suave, sin caer en lo típico. No quería nada demasiado infantil ni exagerado, solo un espacio en el que mis hijos se sintieran seguros.
Me acerqué a la cuna doble y pasé la mano por la baranda, verificando su estabilidad. Había revisado cada tornillo varias veces, pero aun así lo hice de nuevo. No podía darme el lujo de que algo fallara. Moví los cojines del sofá junto a la ventana, imaginando las noches en vela sosteniendo a uno de mis bebés en brazos. La imagen me arrancó una sonrisa.
Caminé hasta la estantería y deslicé los dedos sobre los libros que había elegido. Había comprado más cuentos de los que probablemente necesitarían, pero la idea de leerles antes de dormi