Escuchar que tendrían una niña fue una noticia maravillosa, habían comenzado con un embarazo inesperado que los había hecho sentir sobrepasados, pero que los habia unido como esposos aún más
— Señor Lombardi, ¿Se encuentra usted bien? — preguntaba el médico al ver su reacción
— ¡Donovan, Cariño, respira, respira mi amor, te estoy poniendo azul! — Adriana, trataba de hacer regresar a su esposo de la impactante noticia, por qué para ellos lo era
— Aaaaah — Se escuchó aspirar al CEO, él por fin respiraba, pero le siguieron un par de lágrimas, el frío e indiferente CEO, se había quebrado al escuchar decir que venia una nena en camino
— Ooohh, no llores mi amor, me vas a hacer llorar a mí — Adriana dejó salir sus lágrimas, los esposos se abrazaron, Donovan, paró, pero su esposa todavia seguia emocionada cuando estaban de vuelta a casa, todo iba perfecto, la bebé estaba creciendo excelentemente bien
Apenas llegaron a la mansión, el señor Donatello, ya los estaba esperando en