Bienvenida a la familia Rodríguez.
En menos de nada Emill llegó hasta la mansión Rodríguez, pronto pasaron al despacho en donde se encontraba su padre, su hermano y su mano derecha.
— Papá, ya estoy aquí, Alessandra viene conmigo, quiero que mis más allegados y de absoluta confianza sepan que ella ya es mi mujer y que nos vamos a casar.
Los tres hombres que estaban en el despacho se le quedaron viendo al actual líder.
— ¡Emill, no tienes que ser tan explícito, me estás avergonzando! — Alessandra estaba muy apenada, su bellos rostro estaba sonrojado. No creyó que él mafioso la expondría delante de su poderoso padre y los otros dos hombres.
— Disculpa los modales de mi hijo, querida, no se lo tomes a mal, lo que está haciendo es dejar en claro que eres su reina, la reina de la mafia mexicana al ser su mujer y pronto su esposa.
— ¿Eso hizo...?
— Si, sabes que además de mi madre, mi padre es lo más importante para mí.
— Hmm... Gracias por eso, a mí que me lleve el diablo. — Se escuchó renegar a Degél, el