36. Amenaza
Leonardo
El celular vibró en mis manos, pero colgué la llamada, manteniendo mis ojos fijos en Martina. En un movimiento rápido, golpeó mi mano, haciendo que el aparato volara lejos.
"¡Son tus hijos, ¿verdad?!" su voz temblaba de furia. "¡Esos bastardos son tuyos!"
El jadeo sorprendido de Valeria y Lucius llenó el silencio tenso. En ese momento, algo hizo clic en mi mente: ¿y si eran míos? ¿Y si ella ya estaba embarazada cuando...? La incredulidad se abatió sobre mí, pero Martina no podía saberlo. Para protegerlos, necesitaba negarlos.
"No, Martina," mantuve mi voz firme, ignorando cómo cada palabra rasgaba mi garganta. "Desafortunadamente, no son mis hijos. Aunque me encantaría que lo fueran."
"¡Mentiroso!" comenzó a golpear mi pecho. "Puedo darte hijos, Leonardo. Puedo..."
Sujeté sus muñecas con fuerza. "De ti, Martina, lo único que quiero es tu firma rompiendo nuestro contrato."
"¡Nunca!" se debatió. "¡Nunca te librarás de mí!"
"Sí lo haré, y será más rápido de lo que imaginas. Aunq