Capítulo 51 – Echando de menos.

Los días posteriores a su llegada al país, Gianina, con la ayuda de sus amigas, se había dedicado a instalarse con ellas en una de las viviendas que Antonio le había dejado a modo de herencia.

—¿Estás segura de que eso va allí? —le preguntó Sara a Gianina, al ver que intentaba colocar una maceta en el interior de la heladera.

Gianina sacudió la cabeza y prestó atención a lo que estaba haciendo.

—¡Oh, por Dios! —exclamó y blanqueó los ojos antes de suspirar.

—En serio, Gianina, necesitas descansar —dijo Johana, quien había visto todo desde el umbral de la puerta de la cocina, sosteniendo una caja, con la palabra libros, en los brazos.

—Ya les he dicho que estoy bien.

—No, no lo estás —sentenció Sara, acercándose a ella y quitándole la maceta, para colocarla sobre la encimera.

Acto seguido, tomó a su amiga por los brazos y la obligó a tomar asiento en una de las sillas que se encontraban en torno a la mesa de madera oscura.

—De verdad, Gianina, ambas sabemos qué es lo que estás
Continue lendo este livro gratuitamente
Digitalize o código para baixar o App

Capítulos relacionados

Último capítulo

Explore e leia boas novelas gratuitamente
Acesso gratuito a um vasto número de boas novelas no aplicativo BueNovela. Baixe os livros que você gosta e leia em qualquer lugar e a qualquer hora.
Leia livros gratuitamente no aplicativo
Digitalize o código para ler no App