Capítulo 2

DEREK LEWIS :

- oigan... ¿Por qué seguimos aquí? - pregunta una vez más Brandon

Todos lo fulminamos con la mirada y Eric lo golpea en la cabeza.

- ¿Por qué me golpeas? - se queja

- ¡Y encima lo preguntas! - Alza su mano para golpearlo otra vez

Yo fumo otra calada a mi cigarrillo viendo como golpean al idiota que no entendió que no debe preguntar cosas que no le incumben.

《 ...si no fuera porque necesito esto 》

Me refugio de la lluvia mientras me recuesto por la entrada del bar café más conocido por las pandillas como el lugar preferido del Jefe de la Mafia, que permanece cerrado desde hace un tiempo y que me mandaron a cuidarla junto a mis compañeros.

《 ¿Por qué será que él Jefe siempre protege este lugar? 》

- ¡Oye! — me sacan de mis pensamientos una palmada de Edgar — Jajajaja ¿en que estabas pensando? Hace rato que te estoy hablando - se ríe recostandose en la puerta conmigo.

Ignoró a mi amigo solo sigo fumando mirando a la nada.

- Deberías aprender a comunicarte o mínimo aprender a hablar en señas — me golpea más fuerte en el hombro por ignorarlo — Si sigues siendo así, nunca tendrás novia — me dice con una sonrisa cínica.

《 ...Idiota 》

- De qué hablas — se cuelgan en mi hombro — este no necesita de labia como otros para coger, las mujeres se le tiran con solo una mirada - se mete Tiziano, otro de mis mejores amigos.

Miro con hostilidad a los dos idiotas que llamo amigo preguntandome porque siguen a mi lado, y cuando los estoy por mandar a la m****a un BMW estaciona frente al local.

Nos movemos de la entrada cuando vemos salí del auto al señor Durand el dueño del lugar, que apenas nos ve nos chasquea la lengua.

《 Maldito viejo 》

Cuando estamos por ir a hablar con él, la puerta del atrás del auto se habré haciéndonos retroceder y sale una joven con gafas, que tapa casi la mitad de su cara con una gorra que llama poderosamente nuestra atención.

La joven se para a solo unos centímetros de nosotros, haciendome notar lo pequeña que es comparada conmigo pero tiene unas buenas curvas que resaltan apesar de la ropa deportiva bastante holgada.

《...que delicioso aroma 》

Siento su dulce perfume que me envuelve viendo como ayuda a salir del auto a un pequeño niño de unos 7 años.

- ¿Qué hacen? Salgan del camino - nos gruñe el señor Durand.

Lo vuelvo a mirar con indiferencia fingiendo que no la estaba viendo.

- Lo siento señor, solo estábamos esperando a que abríera - miento con descaro poniéndo mis manos en mis bolsillos.

Aunque se da cuenta porque estamos aquí, nos sigue el juego diciendo que hoy no trabajara mientras abre la puerta y sin decirnos más nada, toma a la joven con el niño haciéndolos entrar para que dejemos de observarla en cuestión de segundos, cerrando la puerta en nuestras caras.

《 ¿Qué acaba de pasar? 》

Todos nos quedamos sorprendidos porque esta es la primera vez que no nos maldice o nos saca del lugar a las malas como siempre lo hace.

- ¿Ese era el señor Durand verdad? - me pregunta Tiziana notando también que de verdad nos hablo sin insultarnos

- Si, era ese mismo. — le contesta Edgar — La pregunta aquí es si ustedes también vieron los senos de la joven que trajo con él — vuelve a sonreír cinicamente

Lo golpeo en el hombro para que deje de sonreír así — Vamonos. — les gruñó a todos empezando a caminar

Todos los demás me siguen mientras camino de regreso al club que esta a unas cuadras y saco mi celular para marcar a la mano derecha de nuestro Jefe.

- Hola - me contesta Astor

- El señor Durand volvió - le digo de una a mi hermano mayor

- Ha... buen trabajo, vuelve a lo tuyo entonces. - me corta sin más

《 ...y yo soy el que no sabe como comunicarse 》

Suspiro tirándome en el enorme sofá de la sona vip masajeando mi entre cejo.

- Deberías irte a descansar ¿Cuántos días llevas sin dormir? — me habla sensualmente Alessia mientras entra contoneando sus caderas

Siento el perfume a zorra que hinunda mis fosas nasales que es muy diferente del suave aroma que desprendía esa joven que me hace compararlas pero me río dandome cuenta de lo que estoy pasando.

- Oye, dije que quería estar solo — la agarro con fuerza de la nuca y pegandola a mi bragueta

Ella gustosa se empieza a frotar a mi entre pierna como un gato en celo.

《 ...si compararlas es estúpido, esa niña ni siquiera sabría como satisfacer a un hombre 》

Me relajó sobre el descanso del sofá mientras ella hace su trabajo sin necesidad de que se lo diga.

ANASTASIA DURAND:

Miro el lugar notando los muebles de lujos y botellas de alcohol de marcas muy caras en el mostrador junto a la barra que también tiene una cafetera moderna.

《 ...a de hacer un muy buen café 》

Me quedo un rato detallando el lugar junto a Benjamín que también se sorprende por lo elegante del lugar.

- Oigan se van a quedar hay todo el día — nos alza una ceja mientras nos ve anonatados — vamos a la segunda planta a tomar algo caliente — nos ofrece el abuelo

Apenas no dice eso nos pegamos a él, muertos de hambre haciendolo reír por como saltamos de dos en dos las escaleras para llegar más rápido.

《 ...me muero por un café 》

- Hay tres habitaciones de guespedes elijan el que quieran y mañana iremos a comprar muebles nuevos para decorar, también hay que comprar más cosas de usos diarios, no sabía que venían y no preparé nada — trata de justificar lo solitario y vacío que se ve su hogar.

Aunque es muy lujoso, se nota en los muebles son de calidad, sigue viéndose muy sombrío como si nadie viviera aquí.

《 ¿Vive sólo? 》

El nota mi mirada curiosa mientras tomó una tasa de café.

- Vivo sólo desde hace mucho años — como si leyera la mente me contesta lo que quería saber — más importante, vez algo con esos lentes — me saca los lentes que me había olvidado de quitarme cuando entré.

Miro de reojo a Benjamín que esta más que entretenido con una tasa de capuchino latte con crema y galletas de chispas de chocolate.

Suspiro profundamente y vuelvo a mirarlo.

- Si veo bien, pero lo estaré usando por un tiempo — inclinó mi cabeza pensando en la palabras justas — Soy un poco timida, no me gusta llamar la atención — le digo lo primero que se me ocurre

obcerva incrédulo — Despues hablaremos bien de ese tema, pero hiciste bien eres muy inteligente — me sonríe con satisfacción — Se nota que eres mi nieta — me dice tomándose su tasa de café.

Me sonrojo porque es la primera vez que me elogia mientras tomo mi café y muerdo mi galletita.

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