CAPÍTULO 45
En la oficina, el asistente cerro la puerta asegurándola.
―Todo está listo, puede comenzar cuando quiera.
El hombre que manipulaba una computadora fue reclutado por Connor para el departamento de tecnología de la compañía.
Él recogió los auriculares y se los coloco para escuchar la conversación.
La voz de Margaret salió claramente y la suave y gentil voz femenina ahora se había convertido en un fuerte rugido.
―¡¿Ya tienes a la persona que necesitamos?!
Margaret estaba cansada, las desgracias le llegaban una tras otra.
En el estudio de la vieja casa, se encontraba Ricardo y su hija, Patricia, quien ahora no era tan altiva como de costumbre, en el fondo le temía a Margaret y ella sabía que había cometido un error con su comportamiento.
―Tía…
―¡Cállate! Tú menos que nadie me hables ahora, ¿tienes idea de lo que hiciste? Con tu estupidez, lo único que lograste es que Connor acelerara su boda con esa mujer. ¡Mira! ― le lanzo el periódico ―Se casan en una semana. ¡Mald