Capítulo setenta y siete: Un momento en el recuerdo.
Mientras limpiaba mis manos, Luisa se acercó a mí,
— ¿Estás bien? — me preguntó mientras me abrazaba por la espalda,
— Sí, ¿por qué no lo estaría? — le dije cerrando el grifo,
— ¿Sabes?, no soy boba Matt; sé que verla nuevamente, debe haber movido muchas cosas en ti.
— No digas bobadas. Admito que saber que está viva fue una gran sorpresa, pero no solo para mí; sino que lo es para todos— ella solo sonrió, alejándose de mí y caminando hacia la puerta,
— Te espero en la cama, no demores— me dijo haciéndome un guiño,
— Tranquila, voy enseguida— le contesté mostrándole una leve sonrisa.
Cuando ella se marchó saqué los cigarros del bolsillo de mi campera y caminé hacia la terraza, encendiendo uno e inundando con él; mis pulmones. Luego de retener un momento el humo, dejé que se escapara lentamente el sobrante que no me había tragado.
En mi mente ella estaba presente, lo que dijo; su forma de actuar se notaba que había cambiado; pero seguía siendo ella, mi más dulce amor,