Más allá de su físico y su mal carácter su manera de cuidarme y protegerme habían hecho que mi corazón empezará a calentarse y dejar de ser tan frío como lo era en el pasado .
Sentir su respiración sobre la mía no ayudaba en nada a calmar mis nervios, al contrario hacía que estos subieran a mil y una sensación de nerviosismo se instale en mi pecho amenazando con cualquier momento explotar.
¡Mierda!
No puedo ser tan débil, ante su cercanía, por eso lo evite tanto todo este tiempo.
Aunque Mariana dice que debo dejar