Capítulo 80 —Alianzas afuera
Narrador:
Renzo respiró hondo, el vaso temblando apenas entre sus dedos. Al fin levantó la vista, directo a Luigi.
—No la estoy usando. —dijo grave, casi con rabia contenida —Vanya no es un puente, no es un reemplazo, no es un fantasma. Ella me jode la cabeza, ¿entiendes? Me hace reír, me desafía, me vuelve loco en la cama. Y cuando la tengo cerca… —apretó la mandíbula, buscando palabras —siento que por primera vez en años no estoy solo. —Luigi lo observó en silencio, con los ojos entrecerrados. Renzo se inclinó hacia él, golpeando la mesa con los nudillos. —No me mires así. Yo sé lo que piensas. Pero no estoy jugando, Luigi. Puede que mi corazón esté hecho un pu*to laberinto, puede que arrastre fantasmas… pero a Vanya la quiero de verdad. Y si tengo que demostrarlo, lo voy a hacer.
El silencio que siguió fue espeso, tenso, como si ambos supieran que esa confesión no resolvía nada, solo abría más heridas. Renzo, todavía con el vaso en la mano y la mandíbula