Capítulo 63 —Hablemos luego
Narrador:
Dinorah seguía atrapada contra el muro, el pulso disparado, los labios ardiendo por el beso. Mateo la miraba con esa mezcla de furia y deseo que la desarmaba, a centímetros de su boca, listo para volver a devorarla. De pronto, un bocinazo estridente los sacudió. Ambos giraron la cabeza de golpe: un coche se había detenido apenas unos metros más allá, el conductor sacaba medio cuerpo por la ventanilla y gritaba algo contra otro auto que casi lo choca. El estrépito fue tan fuerte que los transeúntes también voltearon. Dinorah reaccionó al instante, empujándolo con las palmas en el pecho.
—¿Ves lo que haces? —murmuró con rabia, intentando recuperar el aire.
Mateo sonrió, sin moverse un milímetro.
—No me arrepiento ni un segundo.
Ella apretó los labios, mordiéndolos todavía con el sabor de él en la boca, y giró el rostro para disimular el temblor de su respiración. Sabía que tenían que parar, que cualquiera podía haberlos visto… pero también sabía qu