Capítulo 178 —Hermanos
Narrador:
El coche se detuvo frente a su finca en la villa en el Val di Noto, al sureste la isla italiana. No desbordaba ostentación, sino un silencio antiguo que parecía guardado entre los campos de almendros y las lomas doradas por el sol siciliano. El aire estaba cargado con ese perfume de azahares y piedra caliente, tan distinto al bullicio de las ciudades. Allí no había turistas con cámaras ni voces alegres, solo la inmovilidad de los muros barrocos que habían visto pasar siglos de secretos. El aire también olía a olivos y tierra húmeda, un perfume que Renzo reconocía como propio desde niño. Apenas bajó, la puerta de la casa se abrió y apareció Gaia, con una sonrisa tranquila que contrastaba con el peso que él cargaba encima.
—Renzo… —dijo ella, corriendo hacia él con los brazos abiertos —Finalmente en casa.
Él la estrechó fuerte, hundiendo el rostro en su cabello como si quisiera recuperar años perdidos.
—Gaia, sorella…(hermana) cuánto tiempo.
—Demasiado —r