Capítulo 138 —Fue tiempo muy bien invertido
Narrador:
Sofía aún respiraba agitada, el cuerpo pegado al de Renzo, la piel húmeda y temblorosa. Él la tenía abrazada fuerte, como si soltarla fuera un riesgo que no podía permitirse. Cerró los ojos un instante, hundiendo la cara en su cabello, y después, con la voz todavía ronca por el sexo, rompió el silencio.
—Te amo, Sofía. —La frase salió baja, grave, casi como una confesión arrancada de lo más profundo —Quiero una vida contigo.
Ella lo miró, sin responder, con los labios entreabiertos, la respiración todavía desordenada.
Renzo acarició su espalda despacio, como si quisiera convencerla con cada roce de sus manos.
—Ya hablé con mi abogado, el divorcio está en marcha —continuó, con una certeza que ella no le había visto antes —No te estoy pidiendo matrimonio, al menos no aún, ni hijos, ni promesas imposibles. Solo… quiero que planeemos un futuro juntos.
Los ojos de Sofía se oscurecieron, atrapados en la intensidad de los de él.
—Me enamor