Peter.
No estoy listo, no estoy listo.
—¿Papi?, ¿Crees que es mejor presentarme o no hacerlo? —pregunta Mina mientras está siendo peinada por Dana.
—Creo que es mejor presentarse —digo con duda.
Dafne está en mis brazos, parece que ya se está quedando dormida y la entiendo porque parece que voy a hacer un hueco en el suelo de tanto que camino.
—No olvides ser tú misma, y sí alguna cosa, ya sabes —dice Dana terminado el peinado y besando su frente.
Mina está con su uniforme y la verdad es que trato de no mirarla mucho, porque me conozco y soy capaz de ponerme a llorar.
Me pongo de cunclillas para quedar a su altura.
—¿Estás segura de que quieres esto?, tal vez sea muy pronto-
—No papá, soy fuerte, no olvides eso, además ¿quién seré si no estudio? —responde con rapidez antes de que siquiera termine de hablar.
Mina besa mi mejilla y me dedica una bonita sonrisa.
—Voy a estar bien, afloja las alas.
Otra que me dice mamá gallina.
Abrazo con algo de fuerza a Dafne y está ríe con emoción.
—T