— ¿Qué haces? –le preguntó Georgina a Heather, al encontrarla sumamente concentrada frente a un portátil en su habitación. En realidad, lo miraba como si fuera la primera vez que tenía uno delante.
—Sé usarlo.
—El qué.
—Esta cosa.
— ¿Hablas del portátil? Claro que sabes usarlo. Y todo lo que tenga que ver con aparatos que casi piensan por sí mismos.
— ¿No es extraño?
—Para nada… Oh… lo dices porque… ¿estás recobrando la memoria? –Heathe