— ¿Y se besaron? –Preguntó Tess impresionada.
—Sí.
— ¿Y qué tal fue? –Heather soltó un suspiro bastante descriptivo. Había salido de nuevo con John a la hora que sabía su amiga estaría de nuevo en casa, y nada más llegar, se habían puesto a cotorrear como dos abuelas con mucho que contar de sus nietos.
—Vas a tener sexo del bueno, ¡cómo te envidio! –aquello la alarmó un poco, y el semblante le cambió.
— ¿Crees que Heather fuera virgen? –Tess no disimuló lo chistoso que aquello le sonaba y rio de una manera que parecía más bien un grito.