Habían regresado a Houston hacía varios días, y con el paso del tiempo, la convivencia del matrimonio se estaba fortaleciendo. Todo había vuelto a la normalidad.
Elizabeth trataba de esperarlo en la mansión, para recibirlo cuando él llegaba de trabajar, o, en su defecto, él la pasaba a buscar por casa de Alfonso y Victoria. Federico nunca se oponía a eso; Alfonso estaba desmejorando rápidamente, y Lizzy se estaba dando cuenta de que algo no andaba bien.
Lucía, a pesar de haber rechazado en varias ocasiones a Santiago, poco a poco iba bajando defensas, aceptando alguna que otra invitación. Eso sí, siempre en lugares discretos, donde él no fuera reconocido, pero asegurándose que siempre hubiese personas alrededor.
Pablo, por su parte, se dedicó de lleno a su empresa, tratando de superar el rechazo de Elizabeth. Aunque seguía convencido de que, en algún momento, ella volvería a él, comenzó a salir con alguna que otra chica, esperando que eso aliviara su dolor. Pero no lo lograba. Arrancar