Alonso y yo nos habíamos levantado demasiado temprano para poder ir a la oficina donde iba a ser la junta.
En el camino a la empresa pude ver a Alonso demasiado distraído y nervioso, cuando llegamos a la oficina empezamos a preparar los documentos que se iban a mostrar y cosas así, una hora después todo estaba listo y únicamente esperábamos la llegada de Alan.
- Si sigues caminando por toda la oficina harás un hoyo en el suelo, Alonso- dije mientras me sentaba en su silla.
- Estoy demasiado nervioso - estaba tratando de amarrar su corbata pero las manos le temblaban, así que me paré a ayúdarlo.
- Descuida, sé que lo harás bien, confío en ti- le di un beso en la mejilla y sólo sonrió, me iba a decir algo pero el teléfono nos interrumpió.
- Joven Alonso, el joven Nava ha llegado, lo está esperando en la sala de juntas- informó Mia al otro lado del teléfono.
- Llegó la hora- Alonso me besó rápidamente y tomó mi mano guiándome con él.
- ¡Espera! Iré a recoger unos documentos con Fre