Narra Alonso
Había aparcado el carro en la entrada de la casa de mis padres, Andrea no había esperado si quiera a qué le abriera la puerta, salió inmediatamente del carro para abrazar a nuestros hijos los cuales nos esperaban en la entrada, yo en cambio salí desinteresadamente mientras trataba de calmar mis sentimientos de odio hacia aquel que se hacia llamar "doctor".
- ¿Qué pasa hijo?- mi padre me tomó de los hombros haciéndonos parar en la entrada mientras los demás seguían, afortunadamente mis hijos estaban tan emocionados con su madre que había ignorado mi mal temperamento.
- He estado estresado, eso es todo- murmuré sin querer dar más detalles, tan solo recordarlo lograba alterarme más.
- La vida de casados es difícil ¿no?- preguntó a mis espaldas.
- Algo así- dije sin interés, no tenía ganas de hablar con nadie, justo ahora.
- Pensé que tardaría más en darte esta platica pero creo que este es justo el momento... cuando naciste tu madre inmediatamente supo que tenías el típico ca