- ¿A qué te refieres cuando dices, nuestra casa?- mis palabras salen atropelladas del asombro pero a Max solo parece darle risa.
-¿Pensabas que íbamos a vivir con mis padres?¿Siempre? Bueno lamento decirte lo contrario, pero no es tan malo después de todo tendremos nuestro propio espacio- él hombre ríe ante mi asombro y yo solo asiento torpemente avanzando hacia la casa.
-El jardín es maravilloso- exclamo al ver tantas flores coloridas.
-Espera a ver la por dentro, es aún mejor- Max me guía hasta la entrada donde saca una llave y la introduce en la cerradura, nos dirigimos hasta un lugar que parece la cocina, está llena de tecnología, veo una pantalla en el refrigerador y una estufa demasiado tecnológica, veo entonces a una señora de avanzada edad que al vernos sonríe y camina hasta nosotros para después abrazarnos, la recibo entre mis brazos con sorpresa ante el acto tan repentino.
-Mi pequeño Alonso, que bueno que están aquí... y tu debes ser Andrea ¿no es así? Este muchacho me ha h