Capítulo8
—Disculpe, ¿a usted yo lo conozco? Hugo, ¿es este señor tu amigo?

Me quedé en blanco, con la mente hecha un completo lío.

Hugo se me acercó pálido y me preguntó nervioso:

—Patricia, ¿de verdad no sabes quién es él?

Parpadeé por un momento y traté de recordarlo, pero no logré.

Saúl de repente alzó la voz:

—¡Hugo! ¡Es tu culpa! ¡Hiciste que ella me olvidara! ¡Todo esto fue tu plan!

—¡Cállate! Fuiste tú quien la enfadó, la humilló de la peor manera y sin pensar en ella, ¡y más aun te comprometiste con otra mujer! ¡Ella te olvidó porque la lastimaste demasiado! Solo así se aliviará su dolor.

—¡Pendejadas!

Los dos volvieron a pelear, como bestias intentando devorar a su rival. Esa tarde, la policía se llevó a ambos.

Hugo tuvo una larga charla a solas con Saúl. No sabía de qué habían hablado, pero, después de eso, Saúl venía todos los días a mi habitación, contándome cosas del pasado.

—Mira, me tejiste esa bufanda. Eres tan torpe. Te tomó un mes terminarla. Y esta es nuestra foto de graduaci
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