Mundo ficciónIniciar sesiónCapítulo 34: Preparando el bolso (y un poco el corazón)
El sol entraba por la ventana con una timidez inusual, como si también quisiera despertar despacio, sin romper la calma que reinaba en ese pequeño universo compartido. Las cortinas se mecían apenas con la brisa de la mañana, y todo parecía suspendido en un instante delicado.
Alejandra fue la primera en abrir los ojos. Tardó unos segundos en reconocer la habitación, la luz dorada, el aroma a café que aún no había sido preparado… y la sensación cálida que le recorría el cuerpo. Por un segundo pensó que tal vez lo de la noche anterior había sido parte de un sueño: la conversación, las risas, los silencios que no incomodaban, el abrazo largo, la promesa muda de quedarse.
Pero entonces giró la cabeza. Y lo vio.
Matí







