Me lanzan al auto como un costal de papas, siento un dolor muy fuerte en la espalda, tengo la sensación de como la sangre mancha mi ropa, me quejo con cada movimiento el dolor es muy fuerte, doy vuelta para mirar a mis captores, Kamal está sentado en frente mío con el ceño fruncido, al comienzo no lo vi pero ahora que el automóvil está avanzando logro verlo desde mi perspectiva.

-¿Dónde está el que la acompañaba? - pregunta mirándome de reojo, creo que no le interesa mi dolor pues, hace caso omiso a mis lamentos.

- Se escapó, no pudimos atraparlo, señor, cuando llegamos ella estaba sola - comenta uno de los hombres.

-¿Dónde estabas? - pregunta con seriedad mirándome directamente- En toda mi idea que estabas secuestrada, puse a la ciudad entera de vuelta y media por muchos días y hoy me avisan que estabas en dirección a la estación de autobuses con un hombre ¡Un hombre! ¿Con quién te fugaste?

-¡No te lo diré! - respondo molesta a pesar de mi dolor, sin pensar en ser sumisa como siem