Me levanté de un salto al escuchar el grito de Olivia, abrí los ojos y vi por la ventanilla que ya habíamos llegado e incluso era de noche.
─ ¡Oh mi dios, estoy en París! ─gritó.
Miré en dirección a Inferno y estaba dormido, toqué su hombre y él abrió sus ojos ─ Hemos llegado.
Me levanté del asiento y caminé hasta la puerta, desde el aeropuerto todo se veía hermoso acompañado de la luz de la luna.
─ Quiero visitar la Torre Eiffel ─soltó Olivia.
Inferno llegó a mi lado estirando su cuerpo, arregló su saco junto a su corbata y miró en mi dirección ─ ¿Alguna vez habías estado en París? ─preguntó.
─ No, es mi primera vez.
─ Que bueno que soy tu primera vez en algo ─dijo bajando los escalones del avión.
Abrí mis ojos como pl