Para Máximo Petrov no existe la pasión, pero un día llegó la chica de su Perdición. Liliam es una chica independiente, carismática, dulce e inteligente, pero el que la descontrola es Petrov de sus pesadillas. El control y la posesión está entre ambos.... —Solo he venido por trabajo y después de mis horarios puedo hacer lo que se me dé la regalada gana—vocifero. —Ya veremos princesita de papi—sonrió con malicia.
Leer másMáximo.
—Ni creas que recibiré órdenes tuyas —sisea entre dientes.
¿Qué le sucede? Dentro de la casa estaba hecha un ángel de Dios y ahora está hecha una furia del demonio. ¡No comprendo nada!
—¿Disculpa? ¿Tienes problemas menstruales? —pregunto de golpe sin medir las consecuencias, pero al parecer empeoré las cosas, ya que ella me lanza una mirada matadora.
—Por eso uno queda viudo y olvidado —me quedo en shock.
Ella pasa dándome un empujo para entrarse al auto dejándome… Los recuerdos vuelven nuevamente en mi mente, no pierdo el tiempo y me voy detrás de ella, cuando la quería lograr agárrala, ella se adentra al auto.
¡Maldita sea! Le doy un puñetazo al auto, sacando un poco la furia que tenía contenida.
—¿Qué pasa hermano? —mi hermano viene hacia mí y es ahí cuando volteo a ver atrás y veo una silueta recostada en el barandal del jardín, ¡puta m****a! Dylan me ha visto. Avanzo y no espero a que él me diga algo o que me mate de un balazo.
(...)
En unos minutos era el señor de señores, el padrino de la Mafia, pero ahora seré un ¡Niñero! ¡Mierda! Yo pensé que era un macho y al enterarme de que era la niña de los ojos de Dylan, mi cuerpo empieza a tensarse, porque tengo que cuidar a una niña, ¡una niña! Pero la necesito, sin ella no podré recuperar todo el negocio que está al borde de la m****a.
No soy una persona serena y menos tierna, pero en este momento tengo que hacer una excepción. Le prometí a Dylan que cuidaría de ella, ya que ella es el cerebro que me ayudara a que el negocio siga en marcha. Como es la hija de Dylan la tendré que cuidar con mi propia vida, eso incluye vigilarla las veinticuatro siete.
—Así que traes una muñequita —habla mi hermano.
No sé por qué me siento estresado, ¡Claro que sé por qué estoy así!, y por eso quisiera romperle la maldita cara a quien sea y más sí es solo para joder
—Cuida tus palabras —espeto—, ella es una niña prohibida.
—Y entonces por qué la traes con nosotros —protesta.
Me hierve la sangre, mi hermano es completamente estúpido y estúpido se va a quedar.
—Soy la persona que necesitan —ríe—, esto lo hago únicamente por mi padre.
Vamos en camino a mi finca, mi hermano está conduciendo y yo voy sentado a la par de él y la princesita va en el asiento trasero, aparte mis hombres de seguridad van al frente y detrás de mi auto.
—Explícame, que no entiendo —frunce el ceño, sin quitar la mirada del camino hace gestos—, dime. ¿Cómo una muñeca está con el mafioso más buscado?
—Me importa una m****a quien es o quien pretende ser —brama—, y lo diré por última vez, estoy aquí únicamente por mi padre—recalca.
Ah, que niña tan prepotente, como deseo darle un par de toques para que respete.
—Tiene huevos la muñeca —exclamó con furor.
—Déjala en paz Alfredo —sentencié—, es la hija de Dylan.
—¿Qué? —detiene el auto en seco—¿Qué hace aquí??
—Ella es la que nos ayudará —grité exasperado.
Se siente una tensión dentro del auto, y todo por el cabeza de m****a de mi hermano. En dos y tres segundo suena mi móvil, contesto y son mis hombres de seguridad. Nuevamente le vuelvo a gritar a mi hermano, le exijo que ponga en marcha el auto, él asiente y lo pone en marcha. Les ordeno a mis hombres que avancen, ya que no hay ningún problema.
—Máximo, para la próxima, me dices a quien llevamos a bordo —sisea.
Mi hermano está nervioso y puedo comprender por qué, Dylan no es cualquier cosa y menos si se trata de meterse con su familia.
(...)
Cinco horas después de estar soportando las quejas de la consentida y de quejarse por hacer favores que no le corresponde, pero todo lo hace únicamente por su familia…
Hemos llegado a la finca Abrámtsevo. La finca se encuentra lejos de la ciudad y no es novedad porque en este mundo de la mafia tenemos que andar listo “pa lo que sea”.
La niña de los ojos de Dylan es muy valiosa y eso lo tengo que tener presente, él me dijo una y otra vez que la cuidara con mi vida. Me hierve la sangre porque ahora seré niñero de una niña mimada. Pero se equivoca si cree que la atenderé como reina, conmigo aprenderá lo que es ser una mujer y no una niña de papi.
—Niña… llegamos —le hablo, pero ella me ignora.
¡Santo Dios! Será que sea sorda.
—¡Déjala! No notas que no quiere hablarte —habla mi hermano burlándose.
Abro la puerta del carro y salgo sin decir ninguna palabra, me encabrona que me ignoren y menos una chiquilla mimada, me detengo y siento que el clima está desatado, hay mucha nieve, por eso el auto se detuvo antes de llegar a la entrada de la casa.
No tardo mucho y la chiquilla sale del auto, ella se detiene y queda en shock al ver todo lo que le rodea. Por un momento me quedo ido observando la inocencia de su rostro, es tan tierna por fuera, pero por dentro es una chiquilla mimada. Aunque sienta rencor al tocar un tema que me llega al corazón
—Así que ahora soy una niña —da media vuelta y se encamina hacia mí. Me causa un poco de risa al ver como se le dificulta caminar, ya que la nieve ha ascendido.
—Ooohh... Lo siento, la reina ha llamado —exclamó sarcásticamente.
—Así que esta es tu doble cara —vocifera—, puedo comprender las cosas.
—Esta es la única que tengo y si te parece bien y si no... También —me acerco hasta estar frente a ella.
Me sorprende al ver que no le causó ni una pizca de miedo y menos de interés.
—¡Disculpa! Si estoy aquí es porque tú…, tú…, tú, necesitas de mí —chilla—. Así que no me vengas con mierda—grita,
¡Qué niña tan boca sucia!
—¡Wao! La niña ha sacado las garras —lentamente levanto mi mano y le tocó la mejilla.
No sé que me pasa, siento que la quiero odiar, pero a la vez siento y me dan ganas de protegerla.
—A mí no me vuelvas a tocar —al sentir su tacto de piel, no me percate que un manotazo venía sobre mi mejilla—. Eso es para que me respetes maldito.
—Qué te pasa… ¡Estás loca! — bramé, llevando mi mano a mi mejilla al sentir un gran ardor—. No se te vuelva ocurrir tocarme—. No se te ocurra volverme a levantar la mano porque no respondo—atrapo su brazo, lo estrujo con fuerza.
—Suéltame… Suéltame maldito… —con una mano sostengo su cintura y con la otra tengo su brazo—. Eres un maldito perro.
—Esto es lo mínimo que he hecho con personas que se han atrevido levantarme la voz, alzarme la mano y verme a los ojos —siento la adrenalina correr por mis venas, todavía siento el ardor en mi mejilla.
Esta chica tiene huevos para enfrentarme.
—No sabes con quién te estás metiendo puto infeliz —grita—. Eres un maldito hijo de puta, ¡suéltame!
—Soy más que eso niña de papi —le susurre cerca del oído.
—Ooohh... No… —musita.
Baje la guardia al ver que su cuerpo se relajó. En un dos por tres la muy hija de su madre me ha dado un rodillazo en mis partes sensibles. Aaayyy… ¡Por Dios! Que dolor...
Caigo sobre la nieve y la muy condenada se va corriendo a pesar de que no puede por la nieve, pero el detalle esta que se va sin ayudarme.
—No la vuelvas a tocar... —me reprende mi hermano—, deberías de meterte con uno de tu calibre.
Se ha enojado mi hermano y yo estoy sin comprender el porqué la defiende tanto.
Liliam.
Quien se cree para hablarme así, no soy de las personas que tolera ni una sola cosa y menos si viene de una persona que no le importa lo que piensen los demás, personas que solo ven por sí misma sin importar lo que la otra persona siente y deje sentir, son personas controladoras y poseedoras a todo lo que le rodea, no es necesariamente ser sabía para ver qué es lo que quiere y que es lo que le molesta.
Él tiene que ser una persona agradecida y más por todo lo que haré, aunque también lo hago por mi padre y familia, pero creo que merezco el mínimo respeto y sin embargo solo he obtenido una agresión. Está equivocado si piensa que tolerare cualquier m****a que quiera hacer, porque yo soy perteneciente de mi misma, si él sigue con esta actitud creo que pensaré bien las cosas y hablaré con mi hermano o mi papá, ya que si haré las cosas debería tener el espacio y respeto.
No me ilusiona estar en un lugar que no es el mío o que no considero que él sea digno de mí, sé que soy muy caprichosa o muy prepotente, pero si lo soy es porque me encabrona las personas que se creen superiores a las demás. Con dificultad me encamino hacia la casa, aunque no sé por donde entrar porque veo que hay varias entradas, al parecer son cabañas, pero cabañas como si tal fuera una enorme casa.
La tormenta de nieve no deja de cesar y eso es porque que estamos en inicios de invierno, recordaré toda mi vida que un diez de noviembre es cuando inicia mi pesadilla mortal, le pediré a Dios y a los maestros de la tecnología, que me ayuden a encontrar la paciencia.
No me pude despedir de mi madre y menos de mis hermanos porque las despedidas me saben amargas y muy dolorosas, aunque la verdad conociendo a mi madre, ella hubiese interferido en la idea estúpida de venir ayudar a un cretino como Máximo. No hay duda que mi hermano se pondrán furiosos y es capaz de venir. Toda mi familia es demasiada protectora y me incluyo porque de igual manera soy con mis hermanos y padres, además con el sacrificio que estoy haciendo es más que obvio.
—Así que la niña mimada ha sacado las garras —ash…
Que fastidio, siento que este hombre me sacara de mis casillas y sinceramente hoy estoy cero tolerable.
—Y eso te perjudica en algo —cierro mis ojos e inhalo y exhalo—… o no me digas que lo poco hombre se te quitara.
—Que graciosa —se acerca hacia mí y yo ignoro su gesto de molestia, sinceramente me siento hastiada.
—Máximo… —lo reprende el hermano—, ella se cansará de tu altanería, piensa bien las cosas antes de hacerla.
—Es que las niñas mimadas como ella merecen que la reprendan —ooohh…
No, no te imaginas la clase de persona que puedo ser.
—Quien te crees que eres animal de dos patas —explote—, ¡No te ayudaré! Me largo.
—Wou… Wou… Wou… Espera, necesitamos tu ayuda —me siento impotente, ¡quiero matarlo! No sé en qué momento pasamos de amabilidad a odio.
Paso a lado del cretino y decido irme nuevamente al auto, sé que me he dado por vencida tan pronto, pero en realidad está primero mi orgullo ante de estarle aguantando a un imbécil.
—Me creo el rey del mundo —escucho que grita.
—Tú sabes perfectamente que la necesitamos —exclamó el hermano—solo recuerda que tenemos mucho encargo y mil cosas que depositar.
—¡Mierda! —uno… dos… tres...—¡No te vayas!
Ahora jódete… Al parecer ambos necesitan de mi ayuda y eso quiere decir que los tengo en mis manos, oh… Por Dios. Mi otra Liliam esta que estalla de felicidad y velozmente la rabia sea transformado en un éxtasis de felicidad.
—¡Vete a la m****a! —grito, y disfruto este momento.
Si quiero lograr que el cretino haga y deshaga lo que yo quiera, tengo que hacer que sufra y sufra, no permitiré que sienta que conmigo logrará las cosas así de fácil. Lo juro o si no me dejo de llamar Liliam Castillo.
—No te vayas —me detengo al escuchar el grito desgarrador del hermano—, haremos todo lo que tú pidas.
—¿Lo que yo pida? —velozmente doy un medio giro para estar frente de esos ojos verdes.
El hermano del cretino es un poco diferente a él, y eso me agrada mucho.
—Todo lo que tú pidas —en un dos por tres se me dibuja una sonrisa maléfica.
—Quiero que él —señaló al engendro que tiene por hermano—... quiero que él me lo pida de rodilla.
—¿Qué? Estás loca si pretendes que lo haré —grito. Veo su rostro horrorizado, pero a la vez sus ojos arden como chispas haciendo cortocircuito.
—Entonces me voy —saco mi móvil y si no me equivoco ellos no se imaginaron que yo tendría un aparato. Sus caras empiezan a palidecer y por lo que noto es que le tienen temor a mi papi lindo.
—Pide otra cosa —gruñe—, hablemos.
—Entiende una cosa, la única que mandara en este trabajo ¡seré yo! —me exalto—. Tú no te meterás en mis asuntos y menos conmigo.
—Pongamos la carta sobre la mesa —sisea entre diente—, pero antes entremos, ya que nos congelaremos.
Me agrada que nos estemos entendiendo, lo mejor hubiese sido que desde un comienzo no me hubieses provocado. Agradece que no insistí a que perdieras tu lado macho machote, pero si me estás provocando te prometeré que no tendré la mínima consideración, por algo mi hermano me ha enseñado cómo saber controlar y manipular a las personas, con el único objetivo de conseguir las cosas para mi conveniencia.
¡Gracias hermano!
(…)Un año y medio...Siento como mis ojos se achican y me salpican para luego nublarse de lágrimas, al ver a mi niño Zinov cumplir su primer añito de vida, agradeciéndole a Dios por la dicha de ser una madre y de tener una familia tan especial y extraordinaria.Hace una semana mi bebé Zinov empezó a dar sus primeros pasos y hace unos meses dijo su primera palabra “mamá”, para luego decir “papá”, y la tercera palabra que dijo mi nene fue “agua”. Eso fue un destrozo para la madrina que es más ni menos que Luciana. Ella quería que le dijera madrina o mamita Luciana… es increíble lo insistente que es la madrina de mi bebé.Me siento fe
(…)Un mes después…Es increíble como pasa el tiempo y la emoción me atrapa, ya que por fin mi pancita de garrobito se ve, ya que son tres meses de gestación. Sin duda es increíble ser madre, puesto que se siente maravilloso y aún más sentir que un pequeño angelito se forma dentro de ti. La vida que tengo hoy en día es muy diferente a la que meses atrás tenía e imaginaba.Soy una de las personas que cree que la vida es una ruleta rusa y que el mundo no es como lo ves o cómo crees que es, ya que todas las acciones tienen consecuencias adversas como; los padres que crían a sus hijos, los hijos que buscan el camino equivocado y de ellos nacen criaturas sin haber pedido venir al mundo de la perdición del vicio
(…)Sin exagerar, creo que llevo tres horas bailando con mi esposo y una pieza con mi padre, mi madre, Samantha y Luciana. Quién se preguntará, ¿por qué Liliam no baila con los invitados varones? Simple y sencillo, ¿por qué su esposo es celoso?La ceremonia se hizo dentro de mi nueva casa y la fiesta en medio de un inmenso jardín. Luciana escogió que en la fiesta se instalarán varias carpas color pastel, planta de marfil, con sus lados abiertos, de frente hay una enorme fuente. La fuente fue bautizada como; la fuente del amor.Luciana es un ángel caído del cielo, gracias a Dios hay un buen clima y el atardecer esta se despide para aceptar a la noche. En una de las carpas está la pista de baile y en la otra un gran buffet
Liliam.Luego de unos minutos Máximo me desata y me quita la venda que tengo en los ojos para luego deleitarme y perderme en su hermosa mirada y su exquisito cuerpo, la carne nos llama y la cama nos hace una enorme invitación. Alejar todo pensamiento sexual, puesto que estoy propensa a pedir más y más, pero… tengo que recuperar mi estabilidad.—¿Por qué no dejaste que un papi rico se desnudara y me toqueteará? —esbozo una sonrisa picarona.—Estás tocando fondo y no supliques cuando solo veas tinieblas —me sentencia para luego mandarme una mirada matadora.—Eres un celoso Máximo Petrov —sobo mis muñecas luego de ser liberada, poco a poco un hormigueo se hace presente.<
***Cuando me libre del vestido, los deliciosos bocadillos llegaron a la mesa del sofá. Todos nos sentamos en sillas doradas y empezamos a comer.—En dos días puede retirar su vestido —nos informa la gerente del lugar.—¡Perfecto! —exclamo levantándome de la silla.—¡¡¡Listo…!!! —Luciana se abalanza en mis brazos—¡Vamos a celebrar la soltería de Liliam de Petrov!—¡Estás loca! —protesto abriendo los ojos—Que no ves que estoy embarazada.—Claro que veo y por lo que veo tenemos que celebrar, obviamente que tú con una malteada y las de
***Estamos a la espera del postre en el enorme salón de festividades de la casa de Samantha. Ha sido un día emocionante, lleno de muchas locuras y alegría. En la mesa cada quien está acompañado de su doncella, ¡bueno, literalmente todos! Mi papá a la par de mi madre, Rafael al lado de Samantha, Luciana al lado de Jaim, Dayron a lado de Caramelo y mi persona está a la par de su amado.Por un momento mi instinto curioso y de investigadora, me hacen pensar que la mayoría de las personas que están sentadas, están completamente nerviosas, aparte mi padre está calladito y eso es lo más raro del mundo entero.De repente, Máximo suelta de mi mano para ponerse de pie, empujando su silla hacia atrás. Todas las miradas se d
Último capítulo