Capítulo 137. Traición de quien menos se pensaba.
—¿Por qué gritas, Francesco? —preguntó Catalina, su voz un murmullo adormilado, despertando de golpe al escuchar el rugido casi animal que había escapado de los labios de su esposo.
Hasta ese momento, ella había dormido profundamente, ajena al mundo, y no se había dado cuenta de que él se había levantado de la cama y ahora estaba de pie cerca del ventanal, y no a su lado.
—Me traicionó, Cata, ¡ese maldito hombre me traicionó! —gritó Francesco, su voz llena de impotencia y dolor. La rabia le retorcía el estómago, un nudo apretado de frustración y desengaño.
—¿Quién te ha traicionado? —preguntó la joven de nuevo, su tono ahora más despierto, con un matiz de preocupación y miedo, al ver la expresión de desesperación en el rostro de su esposo.
—Vito, mi asistente, ha sido él todo este tiempo —explicó Francesco, las palabras brotando como un torrente de amargura—. ¡Ha sido él y no fui capaz de verlo! ¿Qué fue lo que hice mal, Catalina? ¿Cuál fue el mal que le hice? ¡Lo traté como a un her